Las principales quejas de los usuarios se
refieren a la autonomía de la batería, la dificultad para realizar ciertas tareas,
la ausencia de tecnologías o el tener que pasar por un conducto para sincronizar
datos.
La inclusión de nuevas funcionalidades tiene
casi siempre un precio que es la autonomía de la batería, además de otros riesgos
añadidos que inciden en el tamaño y el peso del dispositivo.
Hay que resaltar que el desarrollo del propio
sistema operativo Palm OS se basa en la premisa de la experiencia de usuario,
optimizando la velocidad de acceso y el tamaño de ficheros y programas. Veremos
que si ciertas cosas no funcionan del mismo modo que en otras plataformas es
porque Palm (PalmSource) ha implementado mejores maneras de hacerlas.
He recordado un texto elaborado por Palm
(ahora PalmSource) hace algunos años y que aún tiene vigencia. El texto se llama
Zen
of Palm, nombre elegido a la perfección para un documento que recoge la
filosofía esencial de la plataforma Palm OS.
Incluyo un extracto que he traducido al español
correspondiente al apartado "Design Philosophies" del capítulo "The Path to
Enlightenment". En un segundo editorial entraré más en detalle en algunos de
los conceptos expuestos en "Design Philosophies".
Espero que disfrutéis de la lectura de esta
primera parte de Zen of Palm.
Un PDA no es sólo un PC o un portátil pequeño.
Un PDA es algo más. Esta es la lección fundamental que a veces es difícil de
comprender. Por supuesto puedes encontrar algunas diferencias evidentes como
el tamaño, pero hay implicaciones y patrones de uso que son más difíciles de
entender aunque son de vital importancia cuando diseñas aplicaciones para PDAs.
La esencia de los PCs
En el mundo PC hay una relación lineal entre
funcionalidades y valor percibido. Tener un mayor número de funcionalidades
siempre es mejor. Steve Ballmer, Presidente y CEO de Microsoft, dice que el
software debe ser más grande cada año.
En los PCs, tener más funcionalidades
siempre es mejor
Esta es la esencia del pensamiento PC: siempre
es mejor tener más funcionalidades. El cliente podrá realizar más tareas y,
no casualmente, tendrá que actualizar su hardware y su software para aprovechar
estos nuevos beneficios.
En esta fórmula no encontraremos la experiencia
del usuario. También se echan en falta las preguntas: ¿Más funcionalidades,
con qué objeto? ¿Qué es realmente lo que más quiere hacer el usuario con su
ordenador? ¿Cuánto se tarda en aprender a usar y cómo de difícil es recordar,
una vez que se ha aprendido? ¿El ordenador se convierte en una herramienta
de trabajo, o en un nuevo tipo de experiencia en el que la productividad y
la utilidad son nulos?
En el mundo PC tener más funcionalidades es
mejor. Los nuevos circuitos pueden necesitar más electricidad pero no te darás
cuenta de este incremento. Los componentes adicionales pueden añadir peso
al PC, pero una vez más, no es un problema serio.
La esencia de los PDAs
Un PDA es una criatura diferente: Es como un
coche de competición. Un coche normal o una caravana están bien hasta que necesitas
correr en las 500 millas de Indianápolis o escapar de los "chicos malos". Un
coche de carreras no tiene tiempo para extras que lo harán más pesado. Tiene
que estar orientado de forma maniática a la velocidad y a la maniobrabilidad.
Velocidad percibida
Un PDA debe de ser rápido de usar. Un PDA
es como un coche de carreras porque lleva al usuario de un lugar a otro rápidamente.
Las especificaciones técnicas actuales de un PDA son poco interesantes para
el usuario. Lo que importa es la velocidad con que un usuario estándar puede
coger el dispositivo, abrirlo, encontrar la información apropiada y proceder
con sus otras tareas. El tiempo que dura esta interacción puede describirse
como velocidad percibida.
Al usuario no le importa cómo de rápido las
ruedas están girando, si el coche está en los primeros puestos del ranking.
La gente usa los PDAs para hacer cosas… Ahora!
Demasiadas funcionalidades
frustran a los clientes
Una precondición a la velocidad percibida
es disponer necesariamente de una serie de funcionalidades básicas.
Está bien vender a alguien un cuchillo que
tiene 56 usos distintos, pero si el usuario no puede encontrar la hoja principal
o el abridor sin extender y cerrar decenas de partes parecidas, el cuchillo
es una novedad, no una herramienta. Igualmente, un programa en el PDA tiene
que ofrecer lo que el usuario necesita y ofrecerlo de un modo que sea rápido
de aprender y fácil de usar.
El PDA debe ser libre para
moverse
Los PDAs añaden funcionalidades a un precio.
Algunas funcionalidades de hardware pueden estar a la última en los folletos
comerciales, pero pueden incrementar el consumo de energía lo suficiente como
para reducir seriamente la duración de la batería.
Si uno de los requerimientos de un PDA fuera
operar sin una recarga o sin nuevas baterías durante varios días, entonces
los diseñadores de PDAs habrían perdido el enfoque. Incorporar características
sin un enfoque o de manera desordenada harían el PDA más grande y pesado,
desembocando en una espiral desastrosa:

Los PDAs deben servir para
llevarlos a todas partes
Los PDAs deben ser tan pequeños y ligeros
que una persona pueda llevarlos a todas partes, en un bolsillo o en un bolso,
sin pensar siquiera en ello. Si el dispositivo es una carga para llevarlo,
será dejado atrás y no usado.
Idealmente, es como un accesorio de vestir
que el usuario puede llevar puesto. Los PCs -o incluso los portátiles- no
tienen la misma portabilidad o acarrean restricciones de autonomía que los
PDAs no tienen en el mismo grado.
Los PDAs son para el usuario
Todo lo anterior se puede resumir en que hay
un punto de retorno inverso cuando se añaden funcionalidades a un PDA. Añadiendo
demasiadas funcionalidades se degrada la experiencia del usuario (fig. 2),
y la experiencia del usuario ES la razón de ser de los PDAs.

Os recomiendo la lectura completa del primer punto Design Philosophies
de Zen
of Palm.
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